Si algo nos ha enseñado la crisis política, social y económica es que no hay nada seguro por mucho que nos empeñemos en que así sea; y ahora más que nunca esta afirmación es patente.
Con el arrasador triunfo de MORENA en el congreso del estado (20 de 21 diputaciones), el panorama político dio un giro de 180 grados, y dejó a la gobernadora Claudia Pavlovich, en una situación por demás adversa, pues ya no contará con el apoyo de su partido en el legislativo.
Ante esto la gobernadora expresó su voluntad de trabajar con absoluto respeto institucional a favor de los sonorenses.
Analizando estas condiciones habremos de recordar que Andrés Manuel López Obrador, fue muy enfático al hablar sobre el combate a la corrupción en todos los niveles, y dejó claro que su gobierno daría un ejemplo en ese sentido.
En ese contexto y para acatar estos lineamientos, el Congreso pedirá al poder ejecutivo y judicial el rendimiento de cuentas acerca de casos estancados de tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, fraude y peculado; en perjuicio de los ciudadanos.
Hechos son amores…
Me pregunto ¿Ahora sí se hará algo en contra de los ex alcaldes Irma Villalobos y Vicente Terán Uribe?, acusados de los delitos antes mencionados y a quienes desde el 2015 se les denunció, sin que hasta el momento haya una sola orden de comparecencia en su contra.
En su primer discurso como gobernadora Claudia Pavlovich, dijo claramente que en su gobierno no había amigos ni mucho menos cómplices; y exigió transparencia, credibilidad y congruencia, además de anunciar la creación de la Fiscalía Anticorrupción, que se encargaría exclusivamente a perseguir de esa índole.
Al parecer a la gobernadora se le olvidó la transparencia, credibilidad y congruencia que tanto exigió, pues ella sabe y conoce a detalle lo que hizo el exalcalde priista Terán y sus cómplices y no ha hecho nada para se haga justicia.
Ante tales circunstancias es evidente que la Fiscalía Anticorrupción fue hecha para perseguir a panistas y opositores y proteger a los suyos; prueba de ello es el Fiscal (puesto a modo) Odracir Espinoza, quien no ha movido un dedo para que se siga el debido proceso en contra de priistas implicados en casos de corrupción en el estado.
El pasado mes de abril el Ayuntamiento de Agua Prieta interpuso un amparo contra la fiscalía por tener inmovilizados los expedientes donde se acusa al “mijito”, su esposa, David Camacho, Nahúm Acosta y José Juan Velásquez, entre otros implicados; en delitos encuadrados como de corrupción.
Con el contrapeso político que ahora se tiene en los órdenes gubernamentales, el órgano creado para combatir la corrupción, tendrá que dar a conocer los avances que existen dentro de las indagatorias (si hay), y una clara explicación del proceso realizado.
La “Pareja imperial” por casi veinte años mantuvo el control en Agua Prieta, y se relacionó con las altas esferas de su partido, el PRI; cometiendo delitos bajo su amparo y protección. Ahora con las circunstancias en contra, Pavlovich Arellano, está obligada a actuar con legalidad y eficiencia si no quiere seguir apareciendo como la protectora de tales personajes, que se pasean gozando impunemente de libertad.
La voluntad de los sonorenses reflejada en las urnas el 1º de julio, envió un claro mensaje al gobierno de que no están de acuerdo en cómo se ha llevado la administración del estado y reclama justicia y rectitud; la Fiscalía Anticorrupción tiene que hacer lo propio, actuar conforme a derecho y aplicar la ley cuando ésta sea quebrantada; sin encubrir nada ni a nadie; y Claudia Pavlovich Arellano, hacer válidas sus palabras, cuando dijo: “Sonora no volverá a ser tierra fértil para quienes amasan fortuna con dinero público, nadie se va a salir con la suya”.
Con un país pintado de morena dirigido por López Obrador, quien quiere acabar con la corrupción rampante en el territorio mexicano, veremos si se hace justicia caiga quien caiga de cualquier nivel de gobierno.