“Una Bandera Mexicana que por cuestiones de tiempo, se encuentre, ya percudida o en mal estado, tiene que ser quemada, purificada a través del fuego”, con estas palabras inició la ceremonia de incineración de banderas, presidida por el Alcalde Héctor Rubalcava Gastelum.
Durante el evento se premió a los ganadores del concurso de dibujo y declamación de poesía, llevado a cabo durante la semana de festejos con motivo del día de la Bandera y la alumna Karel Saldate, ganadora del concurso declamó la poesía “A mi Bandera”.
De acuerdo con el artículo 54 Bis de la Ley, la Bandera Nacional que haya sufrido un deterioro debe sustituirse. Las cenizas deberán ser resguardadas o enterradas como símbolo de retorno a las entrañas de la Patria.
Para cumplir con lo que marca la ley, se prendió fuego de manera simbólica a cinco banderas depositadas en un pebetero, de un total de once que cumplieron con su vida útil, pertenecientes a distintos institutos educativos de la localidad.
“La Enseña Nacional es para nosotros un objeto sagrado que incinerado y transformado en polvo, vuelve a sus orígenes como símbolo de retorno a las entrañas de la Patria”, enfatizó el Coronel de Infantería, Salvador Núñez Flores, al dar su mensaje.
El Presidente Municipal, por su parte, manifestó que una de las principales enseñanzas en nuestra educación, es honrar con orgullo a los símbolos patrios.
“La mejor manera de hacerlo es cumplir con la tarea que nos fue encomendada siempre con honradez y respeto a la ciudadanía”, resaltó.
Acto seguido el Presidente Municipal, acompañado por funcionarios y directivos procedieron a abanderar y tomar protesta a las escuelas cuyos estandartes habían sido incinerados.
“Vengo en nombre de la patria a encomendar ésta Bandera”, dijo el Edil.